El trazado de círculos y óvalos:
Para trazar un círculo perfecto es necesario recurrir a un compás; al trazar círculos a lápiz la intención es imitarlo lo mejor posible aun cuando disten de ser perfectos.
Lo mismo ocurre con el óvalo; para trazarlos muy bien basta ayudarse con un pistolete; los trazos vacilantes siempre tendrán un aspecto pobre.
La proporción:
En el dibujo es una serie de medidas relacionadas entre sí; esto lo obliga constantemente a comparar las medidas en los objeto que se dibuja. Es muy importante que se relacionen las medidas del dibujo con sumo cuidado pues los errores en este sentido son muy evidentes y disminuyen la calidad del trabajo.
Compare la distancia que hay entre los puntos blancos y los puntos negros para determinar cual de estas medidas es mayor y luego compruebe midiendo con una regla.
El siguiente ejercicio de proporción establece la diferencia de longitud entre las líneas blancas y negras compruebe usando una regla como en el ejemplo anterior. Esta práctica ejercita el ojo en la relación de las medidas.
Los distintos pasos en la realización de un dibujo:
Improvisar el dibujo es arriesgado, siempre se debe adoptar un plan de trabajo para efectuarlo en pasos progresivos. De esta manera resulta más fácil superar las dificultades que presenta la realización. Antes de considerar el dibujo en detalle debemos analizarlo en su esencia simplificando su estructura de manera que nos resulte más fácil ubicarlo en el papel.
Por ejemplo en la figura N°9 ubicamos el horizonte del modelo que en este caso es real y visible porque figura dentro del cuadro.
En la figura N° 10 trazamos lo ejes del objeto principal del cuadro, si hubiese otro objetivo secundario también trazaríamos sus ejes para ubicarlos en la escena.
En la figura N°11 se procede a dibujar sus formas del velero como se muestra en la imagen.
Obsérvese que se descomponen los objetos de la esencia para luego ir construyéndolos progresivamente
En la figura N°12 resta solamente agregar los detalles para completar el cuadro.
Como se ha hecho bien todo el trabajo previo, la tarea de terminar el dibujo en detalle será una verdadera satisfacción. En conclusión: primero los ejes, luego las formas y finalmente los detalles.
Los ejes:
Todo objeto tiene un eje real o imaginario. Se entiende por eje la línea imaginaria que trazamos para dividir un cuerpo en partes iguales. Cuando se trata de figuras idénticas a ambos lados del eje, el eje imaginario sirve para determinar las formas. No todo el tiempo el objeto se divide pero en muchos dibujos los ejes pueden ser trazados muy útiles.
El boceto previo:
La diferencia más importante que apreciamos en el modo de trabajo, entre un aficionado y un dibujante es el boceto.
El aficionado confía en la buena suerte de los resultados de su trabajo; dibuja proporcionando las formas a la vez que marca los detalles y agrega sombras para obtener rápidamente el mayor parecido con el modelo. El desarrollo desorganizado de sus dibujos contribuye a confundirlo y hacen más difícil la tarea, pues el boceto propiamente dicho no existe. De esta experiencia deberíamos recibir todos, una importante enseñanza, “No se puede hacerlo todo a la vez y hacerlo bien”.
Para aprender a dibujar no basta con la intensión de realizar hermosas obras, ni tampoco es suficiente una ejercitación prolongada, si por medio de ella no logramos obtener una técnica que ordene el trabajo.
La verdadera diferencia en los dibujos se aprecia cuando adquirimos la costumbre de trabajar en orden y por parte; interesándonos tanto en el resultado del dibujo, como en los medios para lograrlo.
El boceto se hace necesario porque no podemos dibujar un motivo con sus formas exactas de primera intensión.
La experiencia reemplaza en parte al boceto, puesto que cuando hemos dibujado muchas veces un objetivo u objeto resulta más fácil hacerlo. No obstante el dibujante recurre al boceto para simplificar la realización de escenas en la que existen muchos elementos, o al dibujar modelos sobre los que no tienen experiencia previa.
Las ventajas del boceto se hacen evidentes al delinear la forma en detalle, porque entonces el dibujante puede dedicarse exclusivamente a ella sin considerar la proporción general.
Para lograr un buen boceto debemos observar el modelo considerando la forma e interesándonos por lograr su proporción lo más aproximadamente posible. El dibujo luego se perfecciona sobre este trazo elemental de modo tal que al terminar el boceto tengamos una guía completa para dibujar la figura en detalle.
Cada línea trazada en el boceto es importante pues representa un esfuerzo de observación para controlar la superficie de nuestro modelo y relacionarlas correctamente entre sí, es una tarea que merece tanta atención y cuidado como todo el resto del dibujo. Una falla es la proporción que se aprecie cuando el dibujo ya ha sido concluido, significa una considerable perdida de valor para todo el trabajo, realizado con posterioridad al boceto y ni la más delicada terminación podrá disminuirla. Por ello nunca debemos seguir adelante en el dibujo sin tener la certeza de haber logrado las proporciones correctas en el bosquejo previo.
El lápiz para los bocetos:
Para bocetar se debe utilizar con preferencia lápices blandos como el B o B1. Los lápices B2 y B3 son lápices más blandos pero no es conveniente utilizarlos cuando se tiene la intensión de completar el dibujo en detalle, pues sus trazos resultan muy gruesos.
En otro caso se utilizan trazos rectos para planear la forma en primera instancia, el ajuste de las formas en sucesivas etapas, da como resultado un dibujo terminado en detalle, con un gran parecido al modelo.
La forma básica puede ser cualquiera realizada con trazos rectos, curvos o sueltos como en este caso, lo importante es que represente sintéticamente a nuestro modelo.
Realizamos este nuevo ejercicio utilizando un ovalo como base y guía para construcción progresiva de la cabeza.
Lección N°2
La cabeza de perfil:
La importancia de este ejercicio radica en que su práctica le dará el conocimiento para determinar las proporciones del rostro y la cabeza en cualquier figura.
Dibujamos primero un cuadrado (lados iguales); lo dividimos en tres partes iguales por medio de las líneas C y D; tenemos así indicado el lugar donde nace las cejas y la nariz, de este modo podemos dibujar estos detalles del rostro en el lugar que corresponde entre las líneas CD y DA obtenemos la ubicación de los ojos: F y la de los labios: E.
Para completar estas guías de ubicación dividimos el cuadrado a lo ancho en tres partes iguales, logrando así la línea G y H. Con las divisiones indicadas en la figura puede construir de forma matemática y simple una cabeza bien proporcionada. Una vez obtenida esta base definimos las formas con trazos generales, Figura N°2 y luego detallamos la figura dibujándola con líneas firmes y precisas; Figura N°3.
Estudie detenidamente los detalles de construcción señalados en la figura N°4 y dibujémoslo exactamente igual a la figura dada.
Sombreado del rostro:
Construya como base el cuadro guía y dibuje la figura N°6 en detalle, sin acentuar el trazo en el contorno. Una vez definidas sus formas con exactitud proceda a sombrearla con líneas cortas y suaves luego repase el sombreado otra vez cuidando hacerlo en forma pareja.
Dibujo de rostro femenino:
Para dibujar estos cuatro rostros tomaremos como guía el cuadrado dividido. Podemos observar que los rasgos de su fisonomía son distintos pero las divisiones de construcción no han variado por ello el peinado caracteriza el rostro dándole a cada uno un aspecto totalmente distinta.
Estudio del perfil del detalle:
La línea vertical del cuadro sobre la que se apoya el perfil, es una guía imaginaria ideal para ajustar su forma y proporción. Se observa en el esquema las formas del rostro que merecen una mayor atención al dibujar un perfil.
La figura N°3 le da una guía para trazar la sombra del rostro en la dirección correcta.
Estudio del perfil masculino:
El cuadro guía en el que basamos su realización es semejante al empleado en la construcción de la cabeza femenina de perfil porque las proporciones en una y otra cabeza son similares (las formas establecen la diferencia más notable)
Estudio de las razas humanas:
Cada raza humana posee rasgos físicos característicos, esta identidad de rasgos predominan tanto en el hombre como en la mujer y se evidencias tres grandes grupos humanos: la raza blanca, la amarilla y la negra. Al dibujar se debe estudiar y comparar las características sobresalientes para internalizar los rasgos propios de cada raza
Dibujo de ojos en distintas posiciones:
al dibujar ojos es necesario distanciarlos correctamente, esta tarea exige un acercado cálculo previo pues de lo contrario se corre el riesgo de obtener un dibujo desproporcionado y de feo aspecto, por ello las medidas tienen suma importancia. Una vez lograda su correcta ubicación la tarea de dibujar se reduce a copiar el modelo, cuanto más minuciosa sea esta imitación más bello será el resultado.
Para dibujar ambas figuras trace el esquema guía que ilustra la figura N°1; estas líneas auxiliares son las mismas para dibujar ojos vistos de frente en cualquier pose. Al sombrear respete las luces porque de no hacerlo así deberá borrar y el brillo logrado posteriormente no será blanco, quitándole vida a los ojos.
Dibujo de ojos y labios femeninos:
En los ojos femeninos se destacan los parpados, cuando estos están bajos la línea que los limita es más suave, al sombrear procure imitar los tonos del modelo pues de lo contrario las pestañas aparecerán confusas, para dibujar labios correctamente ubicados en el rostro debe darles el mismo ancho a ambos lados de la línea eje.
Si trazamos una línea auxiliar que determine la parte media del rostro podemos marcar el nacimiento de los ojos a la misma distancia con respecto al centro de la nariz y los labios. Se debe tener en cuenta estas medidas: la aleta de la nariz determinan aproximadamente la separación de los ojos. Esta medida es también una nueva guía para establecer el ancho de los mismos. Una vez dibujado este esquema, la ubicación de los detalles resultará más fácil.
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